"Yo conozco sobre los parabatai," dice Magnus, con un enfado y oscuro transfondo en su voz. "He conocido parabatai tan cercanos que casi eran la misma persona; ¿Sabes lo que sucede, cuando uno de ellos muere, al que queda - ?"
El segundo:
Él llegó hasta ella y extendió sus manos; ella las cogió, y le dejó que la empujara a sus pies, sus ojos de color oro pálido buscando su rostro.
"Te quiero conmigo," dijo. "Pero quiero que sea tu elección. Una vez vayamos, no habrá vuelta atrás."
Cometad que os parecen. Se acepta cualquier tipo de opinión y comentario.
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