VAMPIROS Y CAZADORES DE SOMBRAS DAN UN NUEVO MORDISCO AL MERCADO LITERARIO ESPAÑOL
No son reales, todos sabemos que no pueden existir y, sin embargo, las historias de vampiros, cazadores y demonios están ganando cada vez un mayor terreno en la literatura actual. La saga de Crepúsculo escrita por la norteamericana Stephenie Meyer es un buen ejemplo de ello. Ventas que se disparan y un público adolescente (y también adulto en muchos casos) que se ha convertido en seguidor de las historias del encantador vampiro Edward Cullen y su adorada Bella. Quienes vaticinaban que su éxito sería solo algo pasajero se equivocaban. Lejos de remitir, el interés por este universo fantástico en el que las historias de amor más inauditas conviven con los problemas reales a los que se puede enfrentar cualquier joven, no hace más que aumentar y las editoriales apuestan por nuevos títulos que rivalizan para quitar del número uno de los más vendidos a la hasta ahora imbatible saga Cepúsculo (Twilight en inglés).
Cazadores de sombras, una trilogía editada en nuestro país por la editorial Destino, es la candidata perfecta a ocupar el número uno ahora que la saga de vampiros de Meyer ha concluido. Precedida por un gran éxito editorial en Estados Unidos, donde ya se está planeando el rodaje de una película que lleve el tirón al cine, la saga protagonizada por Clary (Clarissa) Fray, una adolescente con un don muy especial y Jace Wayland, un joven cazador de vampiros con un pasado que ocultar, llega a nuestro país pisando fuerte.
Por el momento, Destino ha puesto a la venta dos volúmenes de la trilogía escrita por Casandra Clare. Ciudad de huesos presentó a los personajes a un público que, hasta el momento no había encontrado sustitutos para los Edward y Bella. La química entre el público adolescente y los protagonistas de la nueva saga fue inmediata y apenas seis meses después, Destino premia a sus seguidores con Ciudad de cenizas, la segunda parte de la trilogía. En ella, asistimos a la continuación de la atípica historia de amor entre Jace y Clary, en la que, como no, empiezan a aparecer problemas. Como ya sucediese en Crepúsculo, se empieza a intuir un triángulo amoroso entre los dos protagonistas y el mejor amigo de ella. Sin embargo, en un mundo dominado por demonios y vampiros y en el que prevalece la lucha entre el Bien y el Mal, las cosas no siempre son lo que parecen.
Razones del éxito
Lejos de ser una típica novela para un público adolescente, la lectura más profunda de Cazadores de Sombras sorprende gratamente a quienes se acercan hasta ella sin prejuicios. Casandra Clare aúna en sus novelas mitología y cultura urbana y construye una saga en la que la lucha clásica entre el Bien y el Mal, los ángeles y los demonios se completa con los Cazadores de Sombras, que dan nombre a la trilogía. El trabajo documental de la autora fue extensión, tal y como ella misma ha reconocido en sus entrevistas:
“Quería asegurarme de que los diferentes mitos demoniacos estuviesen presentes, por lo que investigué en la demonología de las culturas japonesa, india, tibetana, clásica e intenté representarlos a todos en el libro. Leí mucho sobre la mitología de los ángeles caídos y los demonios, sobre Raziel, un ángel que, según la tradición cabalística de los judíos fue el que entregó a Adán el Libro de la Sabiduría cuando se encontraba en el Jardín del Edén. Me pareció la figura más adecuada para retratar al ángel que le proporciona el libro gris a mi primer cazador de sombras… Y eso es solo un ejemplo ”, explica Clare.
Con un apoyo sin precedentes por parte de Stephenie Meyer, que sin duda ha contribuido mucho a la aceptación de la trilogía entre los seguidores de Twilight, crítica y público parecen coincidir en que Cazadores de Sombras se ha ganado por derecho propio su papel en la lista de los más vendidos. “La fantasía es una alegoría de la vida, y ofrece grandes verdades a quien está dispuesto a ver”, asegura esta autora que ha conseguido con su saga mantenerse durante meses entre los 10 primeros puestos de la lista de los más vendidos del New York Times.
Mucha competencia
Tras el éxito editorial de Twiligth, han sido muchos los autores que han apostado por los vampiros para conseguir un superventas. La saga Crónicas vampíricas de J. L Smith, editada también por Destino, es otro ejemplo de ese esfuerzo por repetir la fórmula de la gallina de los huevos de oro. Publicado en los años 90 y convertido en referente de la literatura juvenil de terror, Crónicas Vampíricas ha aprovechado el interés por las historias de amor entre vampiros y humanos. La saga de L. J. Smith, más compleja en su narración que las dos anteriores, retoma el clásico tema de la lucha entre luz y sombra e incorpora al triángulo amoroso un nuevo elemento: el conflicto entre dos hermanos vampiros enamorados ambos de la misma joven, pero con un pasado oscuro que esconde una terrible sed de venganza.Más sombría que Crepúsculo y que Cazadores de Sombras, la saga de JL Smith plantea una nueva forma de entender el mito, que sin embargo, también ha logrado enganchar a los lectores españoles que, sobre todo a través de los foros de internet, debaten acerca de sus personajes favoritos y comparan una sagas con otras.
Medianoche y Adicción, los primeros títulos de la saga de Claudia Gray editada en España por Montena y la saga La Casa de la Noche (editorial La Factoria de ideas), son las últimas incorporaciones a la lista de historias de amor entre vampiros adolescentes. Ambas transcurren en internados, en ambas se narra el periodo de adaptación de dos jóvenes adolescentes a su vida como vampiras y, tanto una como otra, han encontrado un espacio entre un público dispuesto a descubrir un poco más sobre estas fantásticas criaturas.
El caso de La saga de la Noche es, quizá uno de los más originales del género. A la historia de amor de Zoey, la protagonista de esta tetralogía, se añaden los conflictos de la joven con el grupo de las vampiras más populares de este particular instituto. Un reflejo de los problemas de la adolescencia que ha llevado a esta saga escrita por la autora americana PC Cast y su hija Kristin Cast, amabas reconocidas en sus facetas de escritora y periodista respectivamente antes de iniciar la saga.
También para adultos
El fenómeno vampiro ha llegado también a la biblioteca adulta. Lejos de la historia de Bram Stoker, los autores “estrujan” sus plumas para conseguir historias más cercanas protagonizadas por estos misterios seres.
Charlaine Harris fue la primera en conseguirlo. Su historia de amor entre una camarera con poderes telepáticos y un vampiro que quiere reintegrarse en la sociedad, parecía no haber despertado la atención de los lectores de nuestro país. Pero todo cambió tras la llegada a las pantallas de True Blood, la serie televisiva basada en las novelas publicadas por la Factoría de ideas. La mezcla de humor negro, erotismo, sarcasmo y romanticismo de esta serie literaria con personajes mucho más complejos que los de las mencionadas anteriormente, ha conseguido atraer hacia la lectura a un público adulto que no se sentía a gusto con las sagas para adolescentes , pero al que sin embargo, le fascinan por igual las historias vampirescas.
Así, la última incorporación a las novelas sobre estos seres sedientos de sangre promete no decepcionar a los amantes más conservadores del género. Drácula, el no muerto, es la continuación del éxito de Bram Stoker escrito por su nieto.
Basada en las notas que dejó el autor al escribir su novela, el libro retoma la historia de los personajes de la novela original veinticinco años después cuando, a raíz del montaje en Broadway de una obra basada en la historia del vampiro más famoso de todos los tiempos, se desencadenará una oleada de sangrientos crímenes que pondrán en peligro incluso a sus descendientes.
Explicar el porqué de esta atracción es complejo, por eso me quedó con las palabras de Stephenie Meyer, recogidas en su página web: “Escribí Crepúsculo pensando en mí. Y concebí una fantasía. Un amor que en las páginas de mi libro es tan fantástico como el mundo de los vampiros. Es Romeo y Julieta, es la mitología del amor. Esa primera vez que nadie olvida. No quería nada real. Buscaba algo diferente, parecido a los dioses griegos, y eso es lo que escribí”.
A juzgar por el éxito de los nuevos títulos publicados y de la reedición de otros que ya fueron éxitos en su momento pero que habían caído en el olvido como La historiadora de Elizabeth Kostova, parece que la fiebre vampírica ha venido para quedarse.
Muy buena.
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